Estudio de evaluación del programa antidopaje de los Juegos Olímpicos de Río 2016

Estudio de evaluación del programa antidopaje de los Juegos Olímpicos de Río 2016

El informe de los observadores Independientes de la Agencia Mundial Antidopaje ha revelado deficiencias importantes en la puesta en marcha del programa antidopaje de los  pasados Juegos Olímpicos de Río.

A lo largo de las 65 páginas del documento, los evaluadores independientes desgranan una serie de datos que ponen en cuestión la eficacia de la lucha contra el dopaje en los Juegos.

El informe detalla que 3.237 deportistas de 137 países pasaron controles de dopaje durante los días de competición en Río 2016, lo que supone un 28.62 % del total de deportistas que compitieron en los Juegos. Por el contrario, 8.066 deportistas no pasaron ningún control.

El informe cuestiona el plan de distribución de los controles de dopaje. Asegura que no hubo controles fuera de competición en fútbol, y escasos controles de orina en competición en los que se buscara agentes estimulantes de la eritropoyesis en algunos deportes como natación, ciclismo y atletismo. Además hubo escasos controles sanguíneos en competición en deportes de riesgo como halterofilia.

Además, según el documento, a los agentes de control de dopaje de Río no les resultó sencillo encontrar a los deportistas en la Villa Olímpica para realizar los controles. Algunos días, hasta el 50 % de los controles dirigidos se abortaron por esta razón.

El informe de los observadores independientes de Río 2016 también detalla algunos errores en la toma de muestras. Cerca de 100 muestras analizadas en el Laboratorio de Brasil durante los Juegos no pudieron ser adjudicadas a ningún deportista. El 40% de esos errores se debieron a  una incorrecta inscripción de las muestras en ADAMS.

Y también analiza el número de controles que los deportistas olímpicos pasaron antes de los Juegos, detallando que 4.125 deportistas no pasaron ningún control antidopaje y de esos deportistas 1.913 competían en los diez deportes con mayor riesgo de dopaje.

Por último, el informe de los observadores independientes saca a la luz pública la poca preparación que habían recibido algunos de los escoltas. Muchos de ellos no conocían cuál era su función, no hablaban inglés, llegaban tarde a las misiones, o incluso no aparecían. Aun así, la Agencia Mundial Antidopaje ha resaltado el trabajo de los Oficiales de Control y los escoltas, “verdaderos artífices” indica, de que el programa antidopaje pudiera llevarse a cabo.

El Comité Olímpico Internacional, por su parte, ha calificado como “exitoso” el Programa Antidopaje puesto en marcha en Río 2016, a pesar de las deficiencias detalladas en el informe. El organismo que preside Thomas Bach considera que el programa antidopaje ha progresado ostensiblemente, en comparación con anteriores citas olímpicas, en áreas como la seguridad de los laboratorios, el programa previo de controles o la inteligencia para dirigir test fuera de competición.

Consulta aquí el informe de los observadores independientes de Río 2016.