El nuevo frente de la guerra contra el dopaje: los deportistas aficionados

La guerra contra las drogas suele estar asociada a políticas encaminadas a detener el consumo de drogas como la heroína, la cocaína y el cannabis, y menos con medicamentos que mejoran el rendimiento como los que se utilizan en el deporte. A medida que el uso de drogas en el deporte se ha vuelto más visible, las políticas destinadas a combatir el problema se han vuelto más restrictivas, intrusivas y rigurosas. En este artículo realizamos una nueva comparación entre la guerra contra las drogas y el desarrollo reciente de las políticas antidopaje en el deporte. Identificamos una tendencia creciente que tiene que ver con la criminalización de traficantes y usuarios, y lo asociamos con otra cada vez más presente: los controles a deportistas aficionados. Este artículo revisa el actual sistema antidopaje, incluyendo las recientes políticas que se aplican a los deportistas aficionados, y analiza los resultados de uno de estos programas en el ciclismo aficonado. El artículo tiene en cuenta las posibles implicaciones de las leyes antidopaje para los aficionados y profundiza acerca de los debates que se están llevando a cabo acerca de permitir autorizaciones de uso terapéutico. En el artículo se muestra que el consumo de drogas en el deporte puede ser entendido como un nuevo frente en la guerra contra las drogas. Para remediar esto, argumentamos que los deportistas aficionados requieren una política antidopaje distinta, que se enfoque en los perjuicios del consumo.

http://www.ijdp.org/article/S0955-3959(17)30140-8/fulltext